Iº Feria Indígena Cabécar

Sala de Eventos El Clon, Juan Viñas

8/9/10 de octubre, 2010

   
                 
    Vista de los jardines de La Sala de Eventos El Clon, Juan Viñas    
                 

Se encuentran asentados en la selva húmeda lluviosa y escarpados del macizo montañoso de Talamanca hacia el Atlántico. Forman la etnia más numerosa al contar con casi 10.000 miembros. El aislamiento los ha ayudado a la conservación del idioma y mantener un poco mas arraigadas las costumbres propias.


La iniciativa de la Iª Feria surge del deseo de ayuda del señor Alvaro Campos a los pobladores cercanos a Grano de Oro. Este primer intento consistió en la construcción de un rancho propio de la cultura Cabécar en terrenos de y con el cual se dio inicio la festividad al ser inaugurado el primer día con la bendición del cham. Toco al profesor Rodrigo Salazar Salvatierra dar la motivación etnográfica de los cabécares y dirigió el coro de niños de la escuela de Shukebacharí de Chirripó. Don Rodrigo es autor de varios libros sobre nuestros indígenas y mantiene contacto continuo con ellos. Este grupo ya había tenido una intervención en San José en el 2009 El acto de inauguración culmino con la danza del Sorbón y cantos autóctonos donde también participaron los asistentes. Cabe destacar que no faltó la chicha en este acto. La venta de plantas medicinales, arcos, flechas y collares elaborados por los habitantes de Grano de Oro; estuvo a la disposición del público. Colateralmente la venta de plantas y otras artesanías propias de la zona estuvieron a disposición del público. Estudiantes de la carrera de Turismo de la UCR mostraron el proyecto de crear un parque didáctico cabécar donde se muestre y se preserve su forma de vida y costumbres, convirtiéndose en un punto más de atracción para el turismo hacia ka zona.

 
   
 
   
 
           
                 
                 
           
                 
        Don Roberto Vargas C.    
                 
  Vivero la Orquídea de Guayabo      
                 
                 
                 
    Integrantes del coro de la escuela Shukebacharí, Chirripo    
                 
           
                 
       
                 
Leyenda:                

"Para los talamanqueños, Sibó construyó el cielo; lo hizo soplando las piedras sagradas. El cielo significa el techo de la casa de Sibo y por eso es que los indígenas construyen el rancho cónico, el cual comparan con la casa de Sibó, y la que a su vez es el cosmos. Según historia bribri-cabécar, Dios reunió a todos los animales y bailaron por mucho tiempo. Cuando llegó mucha gente, Sibo hizo la casa del cielo soplando las piedras, y entonces él dice "Vamos a bailar" y todos los dueños de los animales bailaron. Entonces Sibo dice "Vamos a hacer sorban, yo digo que esos dueños de animales son gentes".

"Ellos cantan como yo canto en el baile, primero el mono, después el tigre, después el zopilote, después el sabino, después el armado y muchos animales más. Surá cuando hizo la tierra, porque así le dijo Sibo , los dejó para nosotros como peones. En la tarde cuando ya está chapeado, listo para sembrar maíz, nosotros todos trabajamos con su ayuda. ¡Pobrecitos; están cansados de trabajar! Por eso nosotros damos chicha y hacemos sorban para estar alegres, porque así lo dijo Sibd ; lo dijo cuando hizo la tierra y bailó sorban, entonces nosotros siempre que terminamos de trabajar hacemos sorban." (Tomás Reyes, sukia, Orochico de Talamanca, 18/4/93. Entrevista personal)
La chicha para los indígenas es un elemento integrador que casi siempre está presente en todas las actividades; naturalmente no es una bebida con elevado contenido de alcohol. Es un fermento elaborado con productos de la época, que se cocinan y se almacenan en un recipiente de madera (especie de canoa en Chirripó) o en un artefacto que los talamanqueños llaman aragu. Se toma chicha cuando hay trabajos en conjunto como construcción de una vivienda, cosecha, siembra o preparación de terreno. "La chicha de maíz, yuca o pejibaye es la bebida apetecida que se comparte de mano en mano. Bajo la voz de "ayúdame," cada participante pasa el guacal a su compañero o compañera. Esto recuerda la base misma del sistema de producción agraria tradicional en la que se pide ayuda a los vecinos o familiares para trabajar en el campo". (González, 1989:64).
"

Tomado del libro:

El Indígena Costarricense: una visión etnográfica

Editorial Tecnológico de Costa Rica

ISBN 9977-66-135-9
P1 03

 
 
         
 

Copyright © 2008 RCB. Reservados todos los derechos.
Revisado el: 05 de octubre de 2014 21:00:52 -0600.

 
 

Nos gustaría saber sus comentarios

Libro de visita, autor, enlaces

e-mail