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Basílica de Nuestra Señora de los Angeles

   

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    Gruta en que fue encontrada La Virgen   Ofrendas por favores concedidos   Ofrendas por favores concedidos
                 
               
                 

San José, Costa Rica, Miércoles 1º de agosto de 2007, 07:42:56.


Melissa Marín Cortés
mmarin@prensalibre.co.cr


El altar mayor es una de las reliquias más impresionantes que tiene la Basílica, por su belleza.
Corría el año 1635, cuando en la Vieja Metrópoli acontecía un hecho que vendría a cambiar la historia religiosa del país; el hallazgo por una mulata llamada Juana Pereira de una pequeña imagen de la Virgen María, con el niño Jesús entre sus brazos.
Del hecho han pasado ya 372 años, durante los cuales la devoción y el amor de los costarricenses y muchos extranjeros no han disminuido, más bien aumentan con el paso del tiempo.

La imagen de la Negrita, como es cariñosamente llamada por los fieles, tiene su hogar en Cartago, cuna de grandes tradiciones, específicamente en la Basílica de los Ángeles, cuyo rango es de basílica menor, pero que es visitada por miles de creyentes durante todo el año. Para conocer un poco más de la historia que encierra la iglesia y la imagen de la Virgen Morena, LA PRENSA LIBRE conversó con el historiador e investigador mariano Carlos Alberto Oreamuno Toledo.

El mes de agosto es un mes lleno de celebraciones marianas en las que se suceden la romería y la pasada.

La gran peregrinación
Uno de los acontecimientos que más llaman la atención de los visitantes a nuestro país es la devoción con la que los fieles caminan el 1º de agosto e incluso días antes, en la Romería, la cual acerca a más de 1 millón de personas a Cartago, quienes recorren en muchas ocasiones cientos de kilómetros.

La gran peregrinación no tiene una fecha de inicio marcada en el calendario, pero se presume que inició en la época colonial.

“No hay una fecha precisa para señalar cuándo inició la tradición de hacer la Romería. A principios del siglo pasado se dice que una familia de Curridabat comenzó a hacer el peregrinaje, con todos los miembros de su familia, para rendirle tributo a la Virgen. No obstante, se sabe que en los años 1700, cuando se realizaban celebraciones en torno a la Virgen, personas de varias partes del país venían en carreta hasta Cartago”, señaló Oreamuno.

Además, dentro de la Basílica se puede constatar que peregrinos provenientes de Matina arribaron a la Ciudad de las Brumas en 1770, trayendo como regalo y en pago por favores concedidos dinero para construir el altar mayor. A estas personas se les concedieron tierras para cultivar el cacao, por eso el altar que está laminado en oro tiene piñas de cacao labradas alrededor.

La época de mayor apogeo de la Romería ha sido después de 2000, cuando la Virgen visitó varias comunidades del país. Para el especialista, esto fue un gran paso, ya que en las décadas de los 60 y 70 muchas personas venían a caminar si fe, solo con un motivo, el vacilón.

La vestición
Desde 1950 existe la tradición del cambio de vestido de la pequeña imagen, y que va debajo del vestido metálico.

“Se decía que el metálico estaba dañando la imagencita, entonces los encargados de cuidarla decidieron confeccionar combinaciones para protegerla. Después del robo de 1950, al tener que confeccionarle la ropa de nuevo, las autoridades le encargaron este menester a las religiosas del Sagrado Corazón de Jesús. La limpieza de la imagen se hacía en secreto; hasta 1995, con la construcción de la Plaza del Santuario, se empezaron a hacer públicamente.

Los vestidos que utiliza la Patrona de Costa Rica son elaborados por creyentes; cada año se reciben más 100 de estos pequeños atuendos. El 2 de agosto solo uno es escogido, la imagen lo portará por un año.

La pasada
En 1782 llegó de visita oficial al país el obispo de Nicaragua y Costa Rica, monseñor Esteban Lorenzo de Tristán, para celebrar con los cartagineses el 2 de agosto, día de la Virgen de los Ángeles, y cuyas fiestas se extendían hasta el 15 del mes.

Sin embargo, el Obispo confirmó con sorpresa que estas celebraciones se habían vuelto muy mundanas; ante esto, decidió que los festejos se celebraran en la Parroquia Central de Cartago (hoy Catedral de Santiago Apóstol), y se pasaba la imagen de la
Virgen del 3 de agosto hasta el primer domingo de setiembre. Esta tradición aún se conserva y para los habitantes de Cartago es una fiesta, más para los agricultores, que son los encargados de acompañar a la imagen desde la Basílica hasta la Catedral.

“Antes se acostumbraba regalar especias, terrenos y hasta esclavos, que eran en esa época los indios; ahora en la Pasada, los agricultores regalan el trabajo de sus tierras”, añadió Carlos.

La Basílica, joya arquitectónica
Uno de los tesoros que abriga Cartago es, por llamarlo así, la Basílica de los Ángeles, cuyo rango es el de un templo menor, pero que es una joya arquitectónica.

Se cree que inicialmente, entre 1674 y 1675, se había erigido una ermita para adorar a la Negrita. Este templo fue destruido por el terremoto de Santa Mónica, en 1910; ya para el año 1912 comenzó la construcción del nuevo templo; en 1976 se define como ya lo conocemos, pero fue remodelado en 2004.

La Basílica recibió el título de menor el 26 de julio de 1935, de manos de Pío XI, por ser el Santuario Nacional sitio de veneración al culto de la Virgen María. El Papa le concedió indulgencias plenarias a quien, observando prescripciones establecidas, visite el Santuario Nacional.

“El título de Basílica se da en muchas ocasiones solo por un corto tiempo. En nuestro país solo este templo ostenta este título y, además, lo tiene a perpetuidad. Muchas personas creen que por el tamaño de la iglesia se puede llamar Basílica, pero no es así. En el mundo solo existen seis basílicas mayores. Después de las mayores siguen en orden de dignidad las iglesias primadas, las metropolitanas, las catedrales, después vienen las basílicas menores, las colegiatas, las parroquiales y las conventuales”, afirmó el investigador.

La casa de la Negrita es Santuario Nacional desde el 23 de abril de 1994, por decreto.

Los tesoros de la Basílica
La Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles encierra no solo el regalo de la fe, sino que también guarda en ella varios tesoros que muchos desconocen.

Dentro de la Basílica hay 33 vitrales que son únicos en el país, que fueron colocados en 1928 y que reflejan diferentes motivos marianos alusivos a la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles o pasajes bíblicos. Estos vitrales fueron confeccionados en Alemania. En la parte interna se encuentra un bello Vía Crucis que relata la pasión de Cristo.

El altar mayor, por su belleza, elegancia y el valor económico que tiene es otra de las joyas del templo. Este altar recibió hace algunos años la designación de “altar privilegiado”.

Pero sin duda, el mayor tesoro que alberga la Basílica es la imagen de aproximadamente 20 centímetros de alto, formada por una combinación de materiales como piedra, roca volcánica, jade y grafito que la hacen única.

Otras de las piezas importantes del templo son los dos cuadros pintados por Roberto Sanvicente en 1935; uno describe el hallazgo y el otro uno de los milagros que se le han adjudicado a la Negrita, llamado “El Milagro del Mar”.

Basílica podría tener un museo
Año tras año, y como pago por favores concedidos, los fieles dejan en la Basílica cientos de ofrendas en oro, plata, artículos de todo tipo como trofeos, medallas y armas, por mencionar algunos, los llamados exvotos, los cuales tienen mucho valor por la historia que encierran. Debido a esto y porque con el pasar del tiempo el espacio en las vitrinas que los muestran se ha hecho corto, se ha pensado en hacer un museo para resguardar estos objetos, además de las cosas que, por su
valor incalculable, se encuentran depositadas en las bóvedas de los bancos.

“Se ha pensado en hacer un museo, porque ya es una necesidad; hay muchas cosas que se encuentran guardadas en bodegas y que sería importante no guardar, porque forman parte de la historia”, dijo Oreamuno.

Para el párroco de la Basílica de los Ángeles Jorge Eddy Picado, las ganas de tener un museo son muchas, solo que se requiere mucho dinero, algo que por el momento no tienen. Con lo que sí cuentan las autoridades de la Iglesia es con un terreno para construir la obra y que se encuentra detrás de la Basílica, donde funciona una venta de artículos religiosos.

“Nosotros tenemos un anteproyecto de un museo, ya tenemos un terreno, donde está la tienda del Santuario. El museo está pensado con todas las características de servicio, como los grandes santuarios, es decir, con un gran auditorio donde se pueda explicar a los peregrinos en qué consiste la historia de este lugar, hacer un recorrido dentro, también que tenga una librería, una cafetería y obviamente el museo.

Los costos son muy grandes y estamos pensando en algo que sea apropiado. No estoy hablando de lujo, sino que sea apropiado. Un edificio que venga a albergar la historia religiosa de este lugar y el acto religioso de nuestro país, los costos son altísimos y en este momento no tenemos la viabilidad de hacerlo, después de haberlo preparado, estamos en la etapa de buscar esas cosas en un futuro. Queremos recoger muchas cosas que en la historia se nos olvidan, es una pena que vayan a quedar sin mostrarse y que no queden para las futuras generaciones”, agregó el Párroco.

Para que este proyecto se realice es muy probable que se cuente con la ayuda de otros países, que tienen su embajada en el país.

“Al tocar la historia y la cultura puede ser que algunos organismos se interesen, pero es un plan a futuro”, agregó Picado.

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