Lago Arenal

Acrílico sobre madera

1993

Paisaje Marino

Acrílico sobre madera

2009

Trópico

Acrílico sobre madera

1989

Huracán Juana

Acrílico sobre madera

1993

Río

Acrílico sobre madera

2009

Estructura Nº1

Ramas de Kozo y papel hecho a mano

Estructura Nº2

Ramas de Kozo y papel hecho a mano

Estructura Nº3

Ramas de Kozo y papel hecho a mano

Estructura Nº4

Ramas de Kozo y papel hecho a mano

Gallina

Esculturas pictóricas

Trópico

Esculturas pictóricas

Paisaje Marino

Esculturas pictóricas

Raices

Esculturas pictóricas

Génesis

Piezas formato grande

2009

Cotona y cruz

Piezas formato grande

2001

Grace herrera
En su obra reciente, la investigación del color ha llevado a Grace Herrera al uso del acrílico en busca de una mayor intensidad de color, afín a su intención expresiva.
Las formas han sufrido también cambios a través de los años dedicados a la pintura; en obras como libélulas, la figuración de la artista sufre un cambio; en estas obras se hermana en el espacio pictórico el interés figurativo con la tendencia no representativa en armónico dialogo.
La descomposición de las formas orientada hacia la síntesis por planos presente en acuarelas de árboles y montañas le lleva a la abstracción en trípticos que inicialmente fueron acuarelas de pequeño formato; luego continuaron en acrílicos de mayores dimensiones, culminando esta investigación formal en obras de gran escala como el mural realizado para la ciudad universitaria Rodrigo Facio.
Esta elaboración y búsqueda de síntesis formal alcanza su punto de madurez con ocasión de la [primera] bienal Francisco Amighetti, patrocinada por el Centro Cultural Costarricense-norteamericano en 1988. En esta oportunidad la artista participa como invitada y presenta obras versátiles basadas en unidades poliformas intercambiables. Sus trípticos modulares, pintura-pirámide que rompe los linderos entre pintura y escultura. Estos trabajos, obras de admirable síntesis y gran fluidez, poseedores de un carácter novedoso y producto de la investigación y el constante trabajo, constituyen una convergencia de su obra anterior y un punto de partida para el futuro.
Efrain Hernández Villalobos
 

Naturaleza
La naturaleza es siempre el punto de partida de cualquier investigación en el arte. Este término que cotidianamente empleamos y el cual vivimos, pocas veces nos cuestionamos su significado.
Naturaleza es igual a todo y esta palabra mas abstracta nos permite un sin fin de posibilidades para filosofar. Pero hablemos en sencillo, naturaleza es un árbol, una estrella, una gota de rocío, una línea, un espacio, un color.
La historia del arte costarricense ha concluido que el paisaje nacional es su tema favorito y que se repite como una constante en el gusto y en las diferentes tendencias que dentro del país han manifestado sus artistas.
Grace herrera es una maestra del diseño, ha sabido conjugar elementos propios de la naturaleza, con aquellos propios de la naturaleza abstracta. En sus obras el punto de partida es la geometría reducida al triangulo. El triangulo equilátero como forma perfecta y de reproducirse como un modulo capaz de transformarse en formas geométricas cerradas, poliedros de cinco o seis caras, convertirse en pirámide y adquirir tres dimensiones o jugar zigzagueante en el espacio.
Grace herrera se inspira en las playas y volcanes de costa rica o en las sensaciones de muchos otros bellos parajes del terruño. Ha sabido encontrar en puntos específicos y perimétricos de una composición triangular para unificar la imagen de acuerdo a las diferentes formas que adquiera la distribución modular sobre el muro. Si bien resulta bastante novedoso las composiciones hexagonales. Trapezoidales
Dales, o libres, mas interesante aun es una sensibilidad que la artista vierte en el soporte
En algunos cuadros la gama tonal es muy rebajada; celestes claros, rosas pálidos, tersa blanquecinas y algún pequeño acento fuerte, y en otros agresivamente la superficie con colores de gran intens1 dad dramática.
Es interesante observar como a la radical geometría rectilínea de los soportes, se contrapone a las lánguidas y ondulantes bandas de color que conforman (a imagen Grace herrera deduce que nuestro paisaje es apacible, tranquilo, contemplativo y poético. Es inmaculado e inalterado por el hombre. El costarricense no es parte de este campo de bonanza, talvez por sus malos hábitos.
Interesante también como en los ochenta ha surgido en el país una serie de pintores que han optado por el formato irregular como Mart Alicia Almeida, Roberto Lizano. Zulay soto, miguel Casafont, Otton Solís, Emilio Cersosimo, Fabío Herrera y un servidor para nuevas búsquedas dentro de la pintura. En el fondo todos están interesa dos por fundir talvez de un cierto modo las ramas de una pintura y la escultura en la nueva forma de "objeto de arte '
La naturaleza de Grace herrera es parte de la vanguardia del paisaje costarricense. Ha sabido evolucionar paulatina y acertadamente. Ha encontrado el verdadero significado del arte en su investigación del diseño y en una delicada suavidad de i as imágenes, de su tierra que mira con ojo poético.
Luis Chacón